A medida que las compañías de servicios eléctricos evolucionan a la red eléctrica inteligente, necesitan una evolución equiparable de la red de comunicaciones subyacente. Una red flexible y preparada para los desafíos del futuro resulta crítica para alcanzar los objetivos comerciales de la compañía de servicios públicos y para garantizar que las aplicaciones de red eléctrica inteligente funcionen de manera segura y confiable. Sin embargo, la mayoría de las redes de las compañías de servicios no están preparadas para el desafío, y algunas soluciones de red de próxima generación pueden ser muy engorrosas y costosas cuando se despliegan a gran escala.