El filósofo griego Heráclito decía: “todo fluye” y nos desafía constantemente a que abracemos el cambio y la disrupción. Esto nos obliga a adaptarnos y a esforzarnos, no simplemente a sobrevivir. 

Cuando observamos cómo las tecnologías se vuelven cada vez más parte de nuestra vida personal y profesional, es fácil comprobar lo rápido que todo está fluyendo. 

Hace menos de diez años, era inimaginable que alguien le pidiera a un asistente personal digital soportado por inteligencia artificial que abriera puertas o encendiera luces. Costaba creer que las grandes empresas sacarían de sus instalaciones físicas la mayor parte de su información estratégica y confidencial para guardarla en la infraestructura de otra compañía, hoy llamada “la nube”. Llamar al banco significa hablarle a una máquina —algo que reduce drásticamente los costos de las instituciones financieras y mejora la experiencia del cliente, pues los tiempos de espera se acortan—. 

Si a esto sumamos la disrupción de tecnologías como la realidad virtual/aumentada, la Internet de las cosas y la biotecnología, a nadie le sorprende que nuestra vida diaria fluya constantemente.

No se trata de lo que se ve, sino de lo que no se ve.

Las tecnologías, como las que recién mencionamos, son solo la punta del iceberg. Debajo de la superficie, hay un grupo de tecnologías propicias que constituyen las raíces de la transformación digital. Los datos son la materia prima, pero lo que verdaderamente facilitará el proceso es la forma en que almacenamos, procesamos y conectamos estos datos hoy. 

La evolución de la infraestructura de los centros de datos, cada vez más distribuidos, junto con el advenimiento de la computación en el borde de acceso múltiple (Multi-access Edge Computing, MEC), son los componentes básicos de cómo procesaremos y almacenaremos información que soporte las aplicaciones nuevas y emergentes. 

La conectividad es como el aire: imperceptible pero esencial. 

Por el lado de la conectividad, los cambios son aún más drásticos. La tecnología 5G cambiará de manera radical las bases de la conectividad móvil y dependerá de los cambios significativos que sufra la infraestructura de las redes inalámbricas y por cable, que hace posible la ruta del servicio 5G de extremo a extremo. 

Las redes se están simplificando, por lo cual sus operadores están buscando maneras de que toda la infraestructura converja brindando un mayor nivel de integración y utilización. La óptica conectable coherente simplifica los diseños de red y disminuye así la cantidad total de elementos de red; esto resulta en la reducción de energía, espacio, costos y complejidad. El desagregación del plano de control del plano de datos vía las redes definidas por software (Software-Defined Networks, SDN), combinado con la virtualización de funciones de red (Network Functions Virtualization, NFV), son también una prioridad de la mayoría de los operadores que buscan una red más flexible y adaptativa. 

Finalmente, las aplicaciones nuevas y los casos de uso exigirán que los centros de datos y los dominios de red se integren de manera estrecha, lo cual significa una presión extra para los proveedores de servicios y su capacidad de innovación. La automatización de redes y la orquestación de servicios hacen posibles nuevos niveles de eficiencia operativa y agilidad que los equipos de operación necesitan para seguirle el ritmo al cambio constante asociado con las exigencias de los clientes. El aprendizaje automático, la inteligencia artificial y la automatización de bucle cerrado son partes fundamentales de la capacidad adaptativa de una red en un entorno de múltiples dominios. 

El IP está en el corazón de toda transformación digital; por ende, también debe evolucionar

Si se compara con las tecnologías de las cuales he hablado en este blog hasta ahora, el protocolo de internet (IP) no es nuevo. Sin duda, desde los primeros días de la Red de la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (Advanced Research Projects Agency Network, ARPANET), ha evolucionado mucho pero no ha sufrido cambios radicales. 

Las implementaciones de IP tradicionales están muy centradas en el hardware, y son unos pocos proveedores los que ofrecen innovación enfocándose principalmente en aumentar la velocidad, la alimentación y la cantidad de nodos hardware. Soportar aplicaciones nuevas significó agregar más y más protocolos al enrutador, lo cual sumó complejidad a la red, a medida que la pila de protocolos se hizo más pesada y más compleja para administrar. 

Sin embargo, ninguna de estas características de diseño de red IP va en línea con los requerimientos de las aplicaciones nuevas. La simpleza, la escalabilidad, la rentabilidad y la desagregación son fundamentales para soportar los tipos de aplicaciones que las empresas hoy consumen; esto significa que las redes IP en sí también deben evolucionar para ser compatibles con la transformación digital. 

Evolución de las redes IP, desde el acceso hasta la metro 

En los próximos años, la transformación digital no solo desarrollará el tráfico IP de manera considerable: también exigirá un nivel de rendimiento nuevo y diferente, ya que se empujará a las capacidades IP al borde de la red hacia la optimización de los patrones de tráfico y baja latencia. 

El enfoque tradicional de IP de agregar constantemente más diseños de enrutadores basados en hardware cada vez más complejos simplemente da origen a redes IP, desde el acceso a la metro, innecesariamente costosas y complejas.

¡Tiene que existir una manera mejor! 

Las redes IP deben evolucionar para adaptarse a los nuevos casos de uso y a las demandas siempre cambiantes de las empresas. Por esto, Ciena presenta la solución Adaptive IPTM, en la cual la infraestructura es programable, desagregada y optimizada.

Utiliza telemetría de streaming para permitir el monitoreo en tiempo real de la red y de los servicios provistos. Se basa en protocolos abiertos, como NETCONF/YANG, IS-IS, OSPF y BGP, a la vez que soporta implementaciones de IP nuevas, como Segment Routing. Adaptive IP se compone de plataformas de paquetes específicas, basadas en el silicio comercial y mejoradas con capacidades asistidas por hardware. La escalabilidad masiva es posible mediante ópticas conectables coherentes para capacidad y alcance expandidos para admitir un abanico de aplicaciones. Manage, Control, and Plan (MCP) de Ciena es un dominio basado en microservicios controlados específicamente creados para el soporte de implementaciones de Ciena en múltiples capas. 

La evolución de las redes IP debe incluir optimización y garantía de rutas, provistos por Blue Planet ROA de Ciena, que mapea la topología de la red IP de extremo a extremo, desde el núcleo al borde, para brindar cálculo de rutas basado en restricciones mientras monitorea los eventos y el rendimiento de las redes en un entorno de múltiples proveedores. ROA garantiza que los activos de red estén altamente optimizados. 

Blue Planet Multi-Domain Service Orchestration (MDSO) de Ciena ofrece un marco de servicios de extremo a extremo que soporta el entorno de múltiples proveedores, múltiples capas y múltiples dominios. Hace posible la automatización guiada por políticas basadas en la intención para brindar la agilidad que exigen las nuevas aplicaciones.

La red “IP nueva” debe ofrecer una plataforma altamente escalable y rentable que admita mayor capacidad y adaptabilidad de red, a la vez que, de manera rentable, extienda las capacidades IP hacia el borde de la red. 

Las operaciones deben simplificarse abstrayendo la complejidad general mediante conceptos de diseño de redes SDN que permitan la optimización de las redes basada en software e impulsada por la visibilidad de la red en tiempo real, lo cual simplifica la administración y la resolución de problemas. Un motor de cálculo de rutas inteligente (Path Computation Engine, PCE) proporciona ingeniería de tráfico optimizada, lo cual permite la mejor utilización de activos para reducir costos. Es posible preparar la red para el futuro mediante un diseño de red desagregado y abierto, separando el plano de datos del plano de control. Esto estimula los ciclos de innovación similares a la nube, a la vez que soporta un entorno de múltiples proveedores para lograr los mejores diseños de red. 

Adaptive IP de Ciena es la solución ideal para implementar, expandir o modernizar las redes IP, desde el acceso a la metro, para soportar mejor las aplicaciones existentes, nuevas y emergentes y los casos de uso. 

Heráclito tenía razón cuando decía “todo fluye”; y considerando cuán ubicua se ha vuelto la conectividad como parte integral de la vida diaria de todos, la red también debe fluir. Adaptive IP permite a los operadores manejar y sacar provecho de este fluir para lograr una ventaja competitiva.